Con más del doble de proteína que una tortilla de trigo convencional, un nuevo producto ha aterrizado con fuerza en los lineales de los supermercados. Se trata de los «Protein Wraps» de Lidl, unas tortillas elaboradas con proteína de guisante que se han convertido en la punta de lanza de la ofensiva de la cadena alemana en un mercado cada vez más competitivo: el de los alimentos enriquecidos. La diferencia nutricional es abrumadora, alcanzando los 18,4 gramos de proteína por cada 100, frente a los 8 gramos de las opciones tradicionales.. De hecho, el lanzamiento de estas tortillas no es una anécdota, sino un movimiento estratégico calculado para reforzar su gama «High Protein». La compañía busca así consolidar su posición en un nicho de mercado en plena ebullición, atrayendo a un consumidor que ya no solo mira el precio, sino que exige productos que se alineen con un estilo de vida saludable, controlando al mismo tiempo la ingesta de azúcares y grasas.. Este movimiento responde directamente a la batalla en los supermercados por captar a un cliente cada vez más informado. La fiebre por los productos proteicos ha dejado de ser una moda pasajera para convertirse en una demanda sólida en España, obligando a las grandes cadenas de distribución a mover ficha. Es precisamente en este contexto donde se enmarca la apuesta de Lidl que recoge el notable salto proteico de sus nuevos wraps.. Más allá de las tortillas, una gama para cada momento del día. En este sentido, la estrategia de la cadena alemana no se limita a un único producto, sino que abarca una oferta diversificada pensada para cubrir diferentes momentos de consumo. La compañía ha ampliado su catálogo para incluir desde postres, como unas natillas que aportan 12,5 gramos de proteína por unidad, hasta barritas energéticas o incluso helados enriquecidos, demostrando la versatilidad de esta tendencia.. Y es que el interés del consumidor tiene una base sólida. Las proteínas son macronutrientes esenciales para la regeneración de los tejidos y el desarrollo de la masa muscular, un factor clave no solo para deportistas, sino para cualquiera que busque un envejecimiento activo y saludable. Además, su capacidad para aumentar la sensación de saciedad las convierte en un gran aliado en el control del peso.. En definitiva, la propuesta de Lidl ofrece una solución directa a una necesidad clara del mercado actual. Los consumidores buscan opciones que les permitan cuidar su alimentación sin grandes complicaciones, integrando la nutrición avanzada en productos cotidianos. La idea es simple pero potente: facilitar una salud sin complicar la compra diaria.
En plena fiebre por la proteína, Lidl se suma a la tendencia con una nueva gama de productos que van desde natillas hasta wraps con más del doble de aporte que los tradicionales,
Con más del doble de proteína que una tortilla de trigo convencional, un nuevo producto ha aterrizado con fuerza en los lineales de los supermercados. Se trata de los «Protein Wraps» de Lidl, unas tortillas elaboradas con proteína de guisante que se han convertido en la punta de lanza de la ofensiva de la cadena alemana en un mercado cada vez más competitivo: el de los alimentos enriquecidos. La diferencia nutricional es abrumadora, alcanzando los 18,4 gramos de proteína por cada 100, frente a los 8 gramos de las opciones tradicionales.. De hecho, el lanzamiento de estas tortillas no es una anécdota, sino un movimiento estratégico calculado para reforzar su gama «High Protein». La compañía busca así consolidar su posición en un nicho de mercado en plena ebullición, atrayendo a un consumidor que ya no solo mira el precio, sino que exige productos que se alineen con un estilo de vida saludable, controlando al mismo tiempo la ingesta de azúcares y grasas.. Este movimiento responde directamente a la batalla en los supermercados por captar a un cliente cada vez más informado. La fiebre por los productos proteicos ha dejado de ser una moda pasajera para convertirse en una demanda sólida en España, obligando a las grandes cadenas de distribución a mover ficha. Es precisamente en este contexto donde se enmarca la apuesta de Lidl que recoge el notable salto proteico de sus nuevos wraps.. En este sentido, la estrategia de la cadena alemana no se limita a un único producto, sino que abarca una oferta diversificada pensada para cubrir diferentes momentos de consumo. La compañía ha ampliado su catálogo para incluir desde postres, como unas natillas que aportan 12,5 gramos de proteína por unidad, hasta barritas energéticas o incluso helados enriquecidos, demostrando la versatilidad de esta tendencia.. Y es que el interés del consumidor tiene una base sólida. Las proteínas son macronutrientes esenciales para la regeneración de los tejidos y el desarrollo de la masa muscular, un factor clave no solo para deportistas, sino para cualquiera que busque un envejecimiento activo y saludable. Además, su capacidad para aumentar la sensación de saciedad las convierte en un gran aliado en el control del peso.. En definitiva, la propuesta de Lidl ofrece una solución directa a una necesidad clara del mercado actual. Los consumidores buscan opciones que les permitan cuidar su alimentación sin grandes complicaciones, integrando la nutrición avanzada en productos cotidianos. La idea es simple pero potente: facilitar una salud sin complicar la compra diaria.
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