Con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, que se conmemora cada 17 de noviembre, la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP) impulsa la campaña ‘Detecta las señales’, una iniciativa que tiene como principal objetivo frenar el desconocimiento sobre el cáncer de pulmón y reconocer a tiempo sus síntomas para no retrasar un diagnóstico temprano, que puede aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento.. Según el informe Emociones y experiencias de las personas con cáncer de pulmón, de AEACaP y Fundación Más que ideas, tres de cada cuatro pacientes consultados diagnosticados de cáncer de pulmón no sabían reconocer las primeras señales de alarma frente a la patología.. Los síntomas más habituales antes del diagnóstico son la tos persistente (25,5%), el cansancio o debilidad (19,8%), el dolor torácico (19,8%), dificultades para respirar (13,2%) y pérdida de peso sin explicación (10,8%).. Sin embargo, al ser sintomatologías que se pueden asociar a otras enfermedades de carácter leve, es frecuente que uno de cada tres pacientes tarde más de un mes en acudir al médico desde la aparición de los primeros indicios, lo que retrasa el inicio de un tratamiento y reduce las posibilidades de éxito.. «Tenemos un gran reto ante nosotros. No queremos generar alarmismo social ni que ante un poco de tos se acuda al médico de inmediato, pero sí necesitamos una sociedad más informada y consciente de que hay que estar alerta ante las señales iniciales del cáncer de pulmón, independientemente de que hayamos sido fumadores o no», ha explicado en una nota de prensa el presidente de AEACaP, Bernard Gaspar.. «Si detectamos algunas de estas señales o varias de ellas de forma recurrente o persistente, sí deberíamos acudir al médico a hacernos un chequeo. Lo más probable es que no sea nada grave, pero si lo es, al menos intentaremos detectarlo cuanto antes», agrega Gaspar.. Un cambio en mis dedos y un dolor localizado en la espalda y persistente, sumado a otros síntomas, me hizo pensar que algo no iba bien». Stephanie Oyonarte Da Rocha, paciente y vocal en AEACaP, ha relatado cómo fue su caso: «Un cambio en mis dedos y dolor de articulaciones y un dolor localizado en la espalda y persistente, sumado a otros de estos síntomas comentados, me hizo pensar que algo no iba bien, pero nunca imaginé que podía ser cáncer de pulmón».. «Yo tuve varios síntomas como tos persistente, dolor en la espalda y cierta pérdida de peso, pero como yo soy asmática, tengo una hernia discal y estaba a dieta estricta porque se me había descontrolado el azúcar, todo parecía tener justificación. Posteriormente descubrí que no era así y que debía haberme alertado», ha aseverado también en la nota de prensa Mª Ángeles Marín, paciente y vicepresidenta de AEACaP.. «Creo que lo más impactante es que cuando empiezas a compartir experiencias con otros afectados y sus familias de cómo fueron las etapas iniciales de la enfermedad siempre aparece alguno de estos síntomas en la conversación. En el caso de mi madre, recuerdo que fue un trombo en la pierna después de un viaje, por eso desde la Fundación Ricky Rubio hemos querido dar soporte un año más a la campaña de AEACaP», ha compartido el propio jugador de baloncesto del Joventut Badalona y creador de la Fundación que lleva su nombre.
Los síntomas más habituales antes del diagnóstico son la tos persistente (25,5%), el cansancio o debilidad (19,8%), el dolor torácico (19,8%), dificultades para respirar (13,2%) y pérdida de peso sin explicación (10,8%).
Con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, que se conmemora cada 17 de noviembre, la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP) impulsa la campaña ‘Detecta las señales’, una iniciativa que tiene como principal objetivo frenar el desconocimiento sobre el cáncer de pulmón y reconocer a tiempo sus síntomas para no retrasar un diagnóstico temprano, que puede aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento.. Según el informe Emociones y experiencias de las personas con cáncer de pulmón, de AEACaP y Fundación Más que ideas, tres de cada cuatro pacientes consultados diagnosticados de cáncer de pulmón no sabían reconocer las primeras señales de alarma frente a la patología.. Los síntomas más habituales antes del diagnóstico son la tos persistente (25,5%), el cansancio o debilidad (19,8%), el dolor torácico (19,8%), dificultades para respirar (13,2%) y pérdida de peso sin explicación (10,8%).. Sin embargo, al ser sintomatologías que se pueden asociar a otras enfermedades de carácter leve, es frecuente que uno de cada tres pacientes tarde más de un mes en acudir al médico desde la aparición de los primeros indicios, lo que retrasa el inicio de un tratamiento y reduce las posibilidades de éxito.. «Tenemos un gran reto ante nosotros. No queremos generar alarmismo social ni que ante un poco de tos se acuda al médico de inmediato, pero sí necesitamos una sociedad más informada y consciente de que hay que estar alerta ante las señales iniciales del cáncer de pulmón, independientemente de que hayamos sido fumadores o no», ha explicado en una nota de prensa el presidente de AEACaP, Bernard Gaspar.. «Si detectamos algunas de estas señales o varias de ellas de forma recurrente o persistente, sí deberíamos acudir al médico a hacernos un chequeo. Lo más probable es que no sea nada grave, pero si lo es, al menos intentaremos detectarlo cuanto antes», agrega Gaspar.. Un cambio en mis dedos y un dolor localizado en la espalda y persistente, sumado a otros síntomas, me hizo pensar que algo no iba bien». Stephanie Oyonarte Da Rocha, paciente y vocal en AEACaP, ha relatado cómo fue su caso: «Un cambio en mis dedos y dolor de articulaciones y un dolor localizado en la espalda y persistente, sumado a otros de estos síntomas comentados, me hizo pensar que algo no iba bien, pero nunca imaginé que podía ser cáncer de pulmón».. «Yo tuve varios síntomas como tos persistente, dolor en la espalda y cierta pérdida de peso, pero como yo soy asmática, tengo una hernia discal y estaba a dieta estricta porque se me había descontrolado el azúcar, todo parecía tener justificación. Posteriormente descubrí que no era así y que debía haberme alertado», ha aseverado también en la nota de prensa Mª Ángeles Marín, paciente y vicepresidenta de AEACaP.. «Creo que lo más impactante es que cuando empiezas a compartir experiencias con otros afectados y sus familias de cómo fueron las etapas iniciales de la enfermedad siempre aparece alguno de estos síntomas en la conversación. En el caso de mi madre, recuerdo que fue un trombo en la pierna después de un viaje, por eso desde la Fundación Ricky Rubio hemos querido dar soporte un año más a la campaña de AEACaP», ha compartido el propio jugador de baloncesto del Joventut Badalona y creador de la Fundación que lleva su nombre.
