La temporada taurina 2025 en Málaga se despidió con una gala que apostó por el equilibrio entre lo artístico y lo institucional. El Auditorio Edgar Neville acogió una velada en la que se entregaron los principales reconocimientos del año y donde el protagonismo se repartió entre matadores, autoridades, artistas y aficionados. Una celebración sobria pero emotiva, que evidenció el peso cultural de la tauromaquia en la provincia.. Uno de los momentos más destacados de la noche fue el homenaje al diestro Javier Conde, quien recibió un trofeo conmemorativo por sus 30 años de alternativa. La sorpresa llegó al final del acto institucional, cuando su esposa, Estrella Morente, subió al escenario para interpretar dos piezas cargadas de simbolismo: “La Niña de Puerta Oscura” y “Nostalgia”. Una intervención inesperada que cerró con sensibilidad un acto repleto de matices.. La gala, conducida por Noelia López y Germán Estela, contó con actuaciones del Conservatorio Superior de Danza Ángel Pericet y de los artistas plásticos José Carlos Torres y Daniel García Romero. El componente escénico acompañó la entrega de premios, dando al evento un carácter transversal que conectó distintas disciplinas vinculadas a la expresión taurina.. David de Miranda fue distinguido con el Estoque de Plata – Trofeo Antonio Ordóñez por su faena en la pasada Feria de Málaga, considerada la más destacada del ciclo. También fueron reconocidos Diego Urdiales, Pablo Aguado, Diego Ventura, Ignacio Garibay y Julio Méndez, entre otros nombres propios de la temporada. Una fotografía precisa del momento actual del toreo en la provincia.. El acto incluyó también menciones institucionales y personales, como la dirigida a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia por su 120 aniversario, y una dedicatoria especial al novillero Daniel Artazos, herido este año en La Malagueta. Fueron recordatorios del valor humano que hay detrás del espectáculo, así como de su dimensión colectiva.. La Malagueta, a las puertas de su 150 aniversario, fue el escenario simbólico que sobrevoló toda la ceremonia. La Gala de la Tauromaquia 2025 no solo sirvió como colofón a la temporada, sino también como anticipo de un año que promete ser clave en la reivindicación de esta expresión cultural dentro y fuera del ruedo.
Premios, actuaciones y recuerdos protagonizaron una ceremonia donde confluyeron figuras del toreo, instituciones y artistas de distintas disciplinas
La temporada taurina 2025 en Málaga se despidió con una gala que apostó por el equilibrio entre lo artístico y lo institucional. El Auditorio Edgar Neville acogió una velada en la que se entregaron los principales reconocimientos del año y donde el protagonismo se repartió entre matadores, autoridades, artistas y aficionados. Una celebración sobria pero emotiva, que evidenció el peso cultural de la tauromaquia en la provincia.. Uno de los momentos más destacados de la noche fue el homenaje al diestro Javier Conde, quien recibió un trofeo conmemorativo por sus 30 años de alternativa. La sorpresa llegó al final del acto institucional, cuando su esposa, Estrella Morente, subió al escenario para interpretar dos piezas cargadas de simbolismo: “La Niña de Puerta Oscura” y “Nostalgia”. Una intervención inesperada que cerró con sensibilidad un acto repleto de matices.. La gala, conducida por Noelia López y Germán Estela, contó con actuaciones del Conservatorio Superior de Danza Ángel Pericet y de los artistas plásticos José Carlos Torres y Daniel García Romero. El componente escénico acompañó la entrega de premios, dando al evento un carácter transversal que conectó distintas disciplinas vinculadas a la expresión taurina.. David de Miranda fue distinguido con el Estoque de Plata – Trofeo Antonio Ordóñez por su faena en la pasada Feria de Málaga, considerada la más destacada del ciclo. También fueron reconocidos Diego Urdiales, Pablo Aguado, Diego Ventura, Ignacio Garibay y Julio Méndez, entre otros nombres propios de la temporada. Una fotografía precisa del momento actual del toreo en la provincia.. El acto incluyó también menciones institucionales y personales, como la dirigida a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia por su 120 aniversario, y una dedicatoria especial al novillero Daniel Artazos, herido este año en La Malagueta. Fueron recordatorios del valor humano que hay detrás del espectáculo, así como de su dimensión colectiva.. La Malagueta, a las puertas de su 150 aniversario, fue el escenario simbólico que sobrevoló toda la ceremonia. La Gala de la Tauromaquia 2025 no solo sirvió como colofón a la temporada, sino también como anticipo de un año que promete ser clave en la reivindicación de esta expresión cultural dentro y fuera del ruedo.
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