La trigésima cumbre climática de la ONU (COP30) empieza oficialmente hoy en Belém, en la Amazonía brasileña, con una larga lista de tareas pendientes y la misión de poner freno a la creciente ola de negacionismo.Representantes de unos 170 países participarán en una cita marcada por un mundo en crisis, profundos cambios geopolíticos, un número récord de conflictos armados, disputas comerciales e importantes líderes mundiales que siembran dudas sobre el calentamiento global.. «Este es el momento de honrar nuestra ancestralidad en el derecho internacional. En la COP30 nuestra ambición debe ser llenar las lagunas mediante la implementación de la unión y la cooperación», expresó el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, en una carta divulgada este sábado.. Es la primera vez que la conferencia climática se celebra en el mayor bosque tropical del planeta, ecosistema vital para la regulación de la temperatura global, pero también uno de los más amenazados por la deforestación y la minería ilegal.. El viernes, mientras los líderes mundiales discutían sobre la transición energética en Belém, un tornado sin precedentes causó al menos seis muertos y 784 heridos en el estado de Paraná, en el sur de Brasil. El fenómeno, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, arrasó la localidad de Río Bonito do Iguaçu.. Este domingo, en Filipinas, casi un millón de personas fueron evacuadas ante la llegada de un nuevo supertifón, apenas dos días después de sufrir otro que dejó 220 muertos.. En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó el jueves en la apertura de la cumbre de líderes de la COP30, su pesimismo sobre la posibilidad de alcanzar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 C. «Es un fracaso moral», dijo.. Brasil, como país organizador, pretende enderezar el rumbo y mantener vivo uno de los pilares del Acuerdo de París. «La COP30 puede marcar el momento en que la humanidad vuelve a empezar, restaurando nuestra alianza con el planeta y entre generaciones», indicó Corrêa do Lago en la misiva.. Por su parte, el científico Paulo Artaxo, integrante del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), espera que se produzcan avances en cinco ejes: promover una transición justa para abandonar los combustibles fósiles, garantizar mecanismos para acabar con la deforestación en los bosques tropicales hasta 2030, consolidar instrumentos para la financiación climática, implementar políticas de adaptación y reforzar el multilateralismo.. El tema de la financiación sigue coleando desde la COP29 de Bakú. Los países en desarrollo insisten en negociar en Belém cómo llegar a los 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035 para poder cumplir con sus objetivos climáticos.. Sin embargo, para Artaxo, Europa, presionada por el aumento del gasto en defensa, intentará evitar ese asunto.. En vísperas de la trigésima conferencia, Brasil y Azerbaiyán, anfitrión de la COP29, publicaron una hoja de ruta para pasar de los 300.000 millones de dólares comprometidos hasta esos 1,3 billones. Entre las propuestas figuran gravar la moda de lujo, la tecnología y los productos militares.. Por otro lado, los países petroleros buscarán también bloquear cualquier progreso respecto a la posibilidad de abandonar el petróleo como fuente de energía.. Otro objetivo de los negociadores será establecer por consenso una serie de indicadores de adaptación. Hasta ahora se maneja una lista de cien. De esta forma, se podrá medir qué países son más vulnerables a la emergencia climática y actuar en consecuencia.
La conferencia del clima arranca hoy con la financiación en el punto de mira
La trigésima cumbre climática de la ONU (COP30) empieza oficialmente hoy en Belém, en la Amazonía brasileña, con una larga lista de tareas pendientes y la misión de poner freno a la creciente ola de negacionismo.Representantes de unos 170 países participarán en una cita marcada por un mundo en crisis, profundos cambios geopolíticos, un número récord de conflictos armados, disputas comerciales e importantes líderes mundiales que siembran dudas sobre el calentamiento global.. «Este es el momento de honrar nuestra ancestralidad en el derecho internacional. En la COP30 nuestra ambición debe ser llenar las lagunas mediante la implementación de la unión y la cooperación», expresó el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, en una carta divulgada este sábado.. Es la primera vez que la conferencia climática se celebra en el mayor bosque tropical del planeta, ecosistema vital para la regulación de la temperatura global, pero también uno de los más amenazados por la deforestación y la minería ilegal.. El viernes, mientras los líderes mundiales discutían sobre la transición energética en Belém, un tornado sin precedentes causó al menos seis muertos y 784 heridos en el estado de Paraná, en el sur de Brasil. El fenómeno, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, arrasó la localidad de Río Bonito do Iguaçu.. Este domingo, en Filipinas, casi un millón de personas fueron evacuadas ante la llegada de un nuevo supertifón, apenas dos días después de sufrir otro que dejó 220 muertos.. En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó el jueves en la apertura de la cumbre de líderes de la COP30, su pesimismo sobre la posibilidad de alcanzar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C. «Es un fracaso moral», dijo.. Brasil, como país organizador, pretende enderezar el rumbo y mantener vivo uno de los pilares del Acuerdo de París. «La COP30 puede marcar el momento en que la humanidad vuelve a empezar, restaurando nuestra alianza con el planeta y entre generaciones», indicó Corrêa do Lago en la misiva.. Por su parte, el científico Paulo Artaxo, integrante del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), espera que se produzcan avances en cinco ejes: promover una transición justa para abandonar los combustibles fósiles, garantizar mecanismos para acabar con la deforestación en los bosques tropicales hasta 2030, consolidar instrumentos para la financiación climática, implementar políticas de adaptación y reforzar el multilateralismo.. El tema de la financiación sigue coleando desde la COP29 de Bakú. Los países en desarrollo insisten en negociar en Belém cómo llegar a los 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035 para poder cumplir con sus objetivos climáticos.. Sin embargo, para Artaxo, Europa, presionada por el aumento del gasto en defensa, intentará evitar ese asunto.. En vísperas de la trigésima conferencia, Brasil y Azerbaiyán, anfitrión de la COP29, publicaron una hoja de ruta para pasar de los 300.000 millones de dólares comprometidos hasta esos 1,3 billones. Entre las propuestas figuran gravar la moda de lujo, la tecnología y los productos militares.. Por otro lado, los países petroleros buscarán también bloquear cualquier progreso respecto a la posibilidad de abandonar el petróleo como fuente de energía.. Otro objetivo de los negociadores será establecer por consenso una serie de indicadores de adaptación. Hasta ahora se maneja una lista de cien. De esta forma, se podrá medir qué países son más vulnerables a la emergencia climática y actuar en consecuencia.
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