El otoño gallego huele a tierra húmeda, a leña recién encendida y a castañas asadas. Es tiempo de magosto, esa fiesta ancestral que une a los pueblos en torno al fuego, las risas y el vino nuevo. En cada comarca, bajo diferentes nombres y costumbres, se repite el mismo ritual: encender una hoguera, asar las castañas en tamboril, mancharse la cara de tizne y brindar por la cosecha y por la vida.. Aunque en algunos lugares ya han encendido las primeras brasas, la mayoría de los magostos de Galicia se celebran entre el 20 de octubre y el 11 de noviembre, coincidiendo con la festividad de San Martiño, patrón del vino y del fuego nuevo. Desde Ourense a la ría de Vigo, desde el Courel hasta las Rías Altas, el país entero se llena de humo y canciones.. Magostos. La provincia de Ourense vuelve a ser el corazón de esta tradición. La capital celebra su emblemático Magosto de San Martiño el 11 de noviembre, día grande de la ciudad, declarado Fiesta de Interés Turístico de Galicia. Durante todo el fin de semana se encenderán hogueras en plazas y montes, habrá música, vino y reparto gratuito de castañas.. El Magosto de Esgos, previsto para el 5 de noviembre, es otro de los más concurridos de la provincia. También en Xinzo de Limia, Nogueira de Ramuín, Ribadavia, Arnoia o Montederramo, los vecinos preparan sus propios magostos populares entre el 10 y el 11 de noviembre, en un ambiente de hermandad rural.. En la provincia de Pontevedra, el fuego se enciende también el 11 de noviembre en Vilaboa, coincidiendo con la festividad de San Martiño, patrón del vino nuevo. Allí se celebra un magosto popular con degustaciones gratuitas de castañas, música tradicional y romería. En la comarca de Vigo y las Rías Baixas, muchas asociaciones vecinales preparan magostos comunitarios a partir del último fin de semana de octubre, cuando el frío empieza a hacerse notar.. Las fiestas de la castaña. Junto a los magostos, Galicia rinde homenaje a la castaña con fiestas gastronómicas y culturales que llenan las aldeas de otoño y tradición.. Entre las más destacadas figura la Festa da Castaña do Courel, en Folgoso do Courel (Lugo), que este año se celebrará el 7 y 8 de noviembre. Es una de las más antiguas y simbólicas, declarada fiesta de interés turístico, con degustaciones, música, exposición de productos del bosque y homenajes a los vecinos mayores.. También sobresale la Festa da Castaña e do Cogomelo de Riós (Ourense), los 2 y 3 de noviembre, que combina dos tesoros del otoño: la castaña y las setas. La villa ourensana se transforma esos días en un mercado rural lleno de puestos, degustaciones, concursos y muestras artesanales.. Y un poco más adelante en el calendario —aunque ya fuera del rango principal— se celebrará en Parada de Sil la tradicional Fiesta de la Pisa de la Castaña, donde se recrea el antiguo proceso de secado y limpieza de este fruto antes de su consumo. Es una cita etnográfica de enorme valor, que atrae cada año a visitantes de toda Galicia.. El espíritu de San Martiño. El magosto no es solo una fiesta gastronómica: es un acto de comunión con la tierra. Marca el final del ciclo agrícola, el momento de agradecer lo cosechado y prepararse para el invierno. “Polo San Martiño, castañas e viño”, dice el refrán, recordando que la celebración no se entiende sin el primer vino nuevo del año, servido en cuncas de barro al calor de la hoguera.. De ahí que en muchos pueblos el magosto se celebre en torno a las bodegas, mezclando tradición pagana y religiosidad popular. Las brasas del magosto son herederas de antiguos ritos celtas dedicados al fuego y a los antepasados: una fiesta que ha sobrevivido al paso de los siglos y que, todavía hoy, une a Galicia entera en torno a un mismo gesto.
El arranque del otoño se llena de humo, música y tradición en toda la comunidad
El otoño gallego huele a tierra húmeda, a leña recién encendida y a castañas asadas. Es tiempo de magosto, esa fiesta ancestral que une a los pueblos en torno al fuego, las risas y el vino nuevo. En cada comarca, bajo diferentes nombres y costumbres, se repite el mismo ritual: encender una hoguera, asar las castañas en tamboril, mancharse la cara de tizne y brindar por la cosecha y por la vida.. Aunque en algunos lugares ya han encendido las primeras brasas, la mayoría de los magostos de Galicia se celebran entre el 20 de octubre y el 11 de noviembre, coincidiendo con la festividad de San Martiño, patrón del vino y del fuego nuevo. Desde Ourense a la ría de Vigo, desde el Courel hasta las Rías Altas, el país entero se llena de humo y canciones.. Magostos. La provincia de Ourense vuelve a ser el corazón de esta tradición. La capital celebra su emblemático Magosto de San Martiño el 11 de noviembre, día grande de la ciudad, declarado Fiesta de Interés Turístico de Galicia. Durante todo el fin de semana se encenderán hogueras en plazas y montes, habrá música, vino y reparto gratuito de castañas.. El Magosto de Esgos, previsto para el 5 de noviembre, es otro de los más concurridos de la provincia. También en Xinzo de Limia, Nogueira de Ramuín, Ribadavia, Arnoia o Montederramo, los vecinos preparan sus propios magostos populares entre el 10 y el 11 de noviembre, en un ambiente de hermandad rural.. En la provincia de Pontevedra, el fuego se enciende también el 11 de noviembre en Vilaboa, coincidiendo con la festividad de San Martiño, patrón del vino nuevo. Allí se celebra un magosto popular con degustaciones gratuitas de castañas, música tradicional y romería. En la comarca de Vigo y las Rías Baixas, muchas asociaciones vecinales preparan magostos comunitarios a partir del último fin de semana de octubre, cuando el frío empieza a hacerse notar.. Las fiestas de la castaña. Junto a los magostos, Galicia rinde homenaje a la castaña con fiestas gastronómicas y culturales que llenan las aldeas de otoño y tradición.. Entre las más destacadas figura la Festa da Castaña do Courel, en Folgoso do Courel (Lugo), que este año se celebrará el 7 y 8 de noviembre. Es una de las más antiguas y simbólicas, declarada fiesta de interés turístico, con degustaciones, música, exposición de productos del bosque y homenajes a los vecinos mayores.. También sobresale la Festa da Castaña e do Cogomelo de Riós (Ourense), los 2 y 3 de noviembre, que combina dos tesoros del otoño: la castaña y las setas. La villa ourensana se transforma esos días en un mercado rural lleno de puestos, degustaciones, concursos y muestras artesanales.. Y un poco más adelante en el calendario —aunque ya fuera del rango principal— se celebrará en Parada de Sil la tradicional Fiesta de la Pisa de la Castaña, donde se recrea el antiguo proceso de secado y limpieza de este fruto antes de su consumo. Es una cita etnográfica de enorme valor, que atrae cada año a visitantes de toda Galicia.. El espíritu de San Martiño. El magosto no es solo una fiesta gastronómica: es un acto de comunión con la tierra. Marca el final del ciclo agrícola, el momento de agradecer lo cosechado y prepararse para el invierno. “Polo San Martiño, castañas e viño”, dice el refrán, recordando que la celebración no se entiende sin el primer vino nuevo del año, servido en cuncas de barro al calor de la hoguera.. De ahí que en muchos pueblos el magosto se celebre en torno a las bodegas, mezclando tradición pagana y religiosidad popular. Las brasas del magosto son herederas de antiguos ritos celtas dedicados al fuego y a los antepasados: una fiesta que ha sobrevivido al paso de los siglos y que, todavía hoy, une a Galicia entera en torno a un mismo gesto.
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