Los síntomas indican un problema a nivel sistémico y la experiencia ha mostrado que la enfermedad no se resuelve «únicamente» con recursos financieros. Antonio Sanz permanecerá como consejero de Sanidad hasta las elecciones, luego se evaluará la situación. Inicialmente, se busca proporcionar al programa de detección más personal, que será necesario reclutar, así como incrementar su financiamiento, que, según mencionó el propio presidente, provendrá de otras consejerías. Desde que Moreno asumió el cargo en enero de 2019, la inversión en el sector de la Sanidad ha aumentado de poco más de 9.800 millones a 15.250 millones, con expectativas de superar los 16.000 millones en los próximos presupuestos. Sería aproximadamente el doble, 1.6 veces la cantidad de dinero que el Gobierno socialista destinaba. Así que, a pesar de la pandemia, la inversión no ha destacado, aunque ha logrado prevenir el colapso. Aunque se ha logrado una reducción, la espera en las citas y procedimientos aún representa un desafío por resolver. La atención se centra ahora en temas cruciales como los retrasos en la notificación de pruebas inciertas. Moreno ha prometido «cambios significativos» en el SAS, pero a falta de seis meses para las elecciones, es poco probable que se implemente la transformación necesaria debido al impacto político, social y sindical que esto implicaría.
Desde 2019, el presupuesto destinado a salud ha aumentado casi el doble, a pesar de que hay menos conciertos en comunidades gobernadas por partidos socialistas, como Cataluña.
Los síntomas indican un problema a nivel sistémico y la experiencia ha mostrado que la enfermedad no se resuelve «únicamente» con recursos financieros. Antonio Sanz permanecerá como consejero de Sanidad hasta las elecciones, luego se evaluará la situación. Inicialmente, se busca proporcionar al programa de detección más personal, que será necesario reclutar, así como incrementar su financiamiento, que, según mencionó el propio presidente, provendrá de otras consejerías. Desde que Moreno asumió el cargo en enero de 2019, la inversión en el sector de la Sanidad ha aumentado de poco más de 9.800 millones a 15.250 millones, con expectativas de superar los 16.000 millones en los próximos presupuestos. Sería aproximadamente el doble, 1.6 veces la cantidad de dinero que el Gobierno socialista destinaba. Así que, a pesar de la pandemia, la inversión no ha destacado, aunque ha logrado prevenir el colapso. Aunque se ha logrado una reducción, la espera en las citas y procedimientos aún representa un desafío por resolver. La atención se centra ahora en temas cruciales como los retrasos en la notificación de pruebas inciertas. Moreno ha prometido «cambios significativos» en el SAS, pero a falta de seis meses para las elecciones, es poco probable que se implemente la transformación necesaria debido al impacto político, social y sindical que esto implicaría.
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