La perimenopausia y la menopausia suelen ser asociadas con sofocos y sudoraciones, pero este periodo de transición en las mujeres está relacionado con muchas más afectaciones que pueden impactar significativamente su salud y bienestar, a menudo sin que se reconozcan ni se traten adecuadamente. Algunos de los síntomas incluyen atrofia vaginal, sequedad de piel y mucosas, problemas urinarios, disminución de la libido, cambios físicos, trastornos del sueño, niebla mental y lapsos de memoria, así como cambios en el estado de ánimo. Se han identificado hasta 200 síntomas que, en algunos casos, pueden interferir considerablemente en la vida laboral y social de muchas mujeres, quienes, debido a la falta de información sobre la menopausia, pueden sentirse solas durante un proceso ya de por sí desafiante. Un estudio de Dexeus Mujer reveló que el 80% de más de 800 mujeres entre 38 y 70 años informaron experimentar síntomas de menopausia y la mitad indicó que estos afectan su calidad de vida, sin embargo, sólo el 30% recibió orientación específica al respecto de su ginecólogo. La doctora Desirée Trama, especialista en menopausia, subraya la necesidad de desestigmatizar la salud femenina, ya que la menopausia conlleva riesgos significativos como el aumento del riesgo cardiovascular, que es la principal causa de muerte en mujeres posmenopáusicas, y efectos negativos en la cognición y el bienestar emocional. En resumen, aunque la menopausia es una fase normal en la vida de una mujer, no se debe subestimar su impacto en la calidad de vida. Es esencial visibilizar y entender mejor esta transición para brindar un adecuado apoyo a las mujeres que atraviesan la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia. Además, a menudo, estas mujeres que padecen los síntomas de este proceso de transición podrían experimentar una mejora en su calidad de vida y bienestar emocional si contaran con el apoyo y la orientación adecuados. Sin embargo, es común que no busquen atención especializada ni demanden ese acompañamiento debido a la tendencia general de normalizar los síntomas, que a menudo ni siquiera se relacionan con esta fase de transición, minimizando así el impacto de la menopausia. Es importante recordar que se estima que aproximadamente el 50% de las mujeres en esta etapa de la vida experimentan ansiedad, y entre un 33% y un 35% padecen depresión. La doctora destaca que «es fundamental dar visibilidad a este tema para que quienes lo necesiten puedan acercarse a nosotros, los especialistas», quienes no necesariamente optarán por medicación para reducir o eliminar los síntomas. Existen diversas intervenciones que pueden mejorar el bienestar y la calidad de vida de las mujeres en esta etapa sin la necesidad de prescribir hormonas. «Existen muchas acciones que podemos tomar para evitar que ellas enfrenten eso», afirma Trama. Es cierto que en situaciones de insuficiencia ovárica prematura, es decir, cuando la menstruación cesa antes de los 40 años, el tratamiento hormonal con estrógenos y progesterona es recomendable, siempre evaluando cada caso en particular; mientras que en mujeres que experimentan una menopausia temprana, que ocurre entre los 40 y 45 años, esta terapia también se considera como una opción preventiva. No obstante, a partir de los 45 años, se prescribe en menos casos y principalmente para combatir la sequedad vaginal, los síntomas que impactan de manera notable en la calidad de vida y para prevenir la osteoporosis en mujeres que presentan factores de riesgo. De todas formas, «las terapias actuales, que han dejado de utilizar hormonas sintéticas como en el pasado, y ahora se fundamentan en hormonas bioidénticas, presentan efectos secundarios mínimos y poco relevantes». «En ciertas situaciones, pueden aparecer retenciones de líquidos y malestares gastrointestinales. Si la terapia se ingiere vía oral, hay un mayor riesgo de trombosis. En lo que se refiere al cáncer de mama, no se observa un aumento considerable en el riesgo de desarrollarlo», aclara la doctora. Asimismo, muchas veces es factible reducir o eliminar los síntomas sin necesidad de estas terapias; en algunos casos, un simple cambio en los hábitos puede ser suficiente. Por ejemplo, durante esta fase crucial de la vida, el 90% de las mujeres experimentan lo que se denomina síndrome genitourinario debido a la disminución de estrógenos, el cual tiende a ser progresivo. Como resultado, pueden experimentar incontinencia urinaria, infecciones urinarias recurrentes, dolor durante el acto sexual, retraso en la excitación y el orgasmo, así como sequedad vaginal. Es fundamental que la pareja comprenda estos cambios. Además, existen soluciones como lubricantes, hidratantes, cremas con estrógenos e incluso tratamientos de medicina regenerativa para abordar estas cuestiones; sin embargo, muchas mujeres no están al tanto de estas alternativas y muchas veces los profesionales de la salud tampoco lo están. Es crucial contar con la asesoría de un especialista.
Un gran número de mujeres experimenta problemas debido a los efectos de los síntomas en su calidad de vida y bienestar emocional. Sin embargo, muchas de ellas no buscan ayuda de un especialista porque han llegado a considerar estos síntomas como algo normal y, además, no están al tanto de que existen tratamientos para reducir sus efectos.
La perimenopausia y la menopausia suelen ser asociadas con sofocos y sudoraciones, pero este periodo de transición en las mujeres está relacionado con muchas más afectaciones que pueden impactar significativamente su salud y bienestar, a menudo sin que se reconozcan ni se traten adecuadamente. Algunos de los síntomas incluyen atrofia vaginal, sequedad de piel y mucosas, problemas urinarios, disminución de la libido, cambios físicos, trastornos del sueño, niebla mental y lapsos de memoria, así como cambios en el estado de ánimo. Se han identificado hasta 200 síntomas que, en algunos casos, pueden interferir considerablemente en la vida laboral y social de muchas mujeres, quienes, debido a la falta de información sobre la menopausia, pueden sentirse solas durante un proceso ya de por sí desafiante. Un estudio de Dexeus Mujer reveló que el 80% de más de 800 mujeres entre 38 y 70 años informaron experimentar síntomas de menopausia y la mitad indicó que estos afectan su calidad de vida, sin embargo, sólo el 30% recibió orientación específica al respecto de su ginecólogo. La doctora Desirée Trama, especialista en menopausia, subraya la necesidad de desestigmatizar la salud femenina, ya que la menopausia conlleva riesgos significativos como el aumento del riesgo cardiovascular, que es la principal causa de muerte en mujeres posmenopáusicas, y efectos negativos en la cognición y el bienestar emocional. En resumen, aunque la menopausia es una fase normal en la vida de una mujer, no se debe subestimar su impacto en la calidad de vida. Es esencial visibilizar y entender mejor esta transición para brindar un adecuado apoyo a las mujeres que atraviesan la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia. Además, a menudo, estas mujeres que padecen los síntomas de este proceso de transición podrían experimentar una mejora en su calidad de vida y bienestar emocional si contaran con el apoyo y la orientación adecuados. Sin embargo, es común que no busquen atención especializada ni demanden ese acompañamiento debido a la tendencia general de normalizar los síntomas, que a menudo ni siquiera se relacionan con esta fase de transición, minimizando así el impacto de la menopausia. Es importante recordar que se estima que aproximadamente el 50% de las mujeres en esta etapa de la vida experimentan ansiedad, y entre un 33% y un 35% padecen depresión. La doctora destaca que «es fundamental dar visibilidad a este tema para que quienes lo necesiten puedan acercarse a nosotros, los especialistas», quienes no necesariamente optarán por medicación para reducir o eliminar los síntomas. Existen diversas intervenciones que pueden mejorar el bienestar y la calidad de vida de las mujeres en esta etapa sin la necesidad de prescribir hormonas. «Existen muchas acciones que podemos tomar para evitar que ellas enfrenten eso», afirma Trama. Es cierto que en situaciones de insuficiencia ovárica prematura, es decir, cuando la menstruación cesa antes de los 40 años, el tratamiento hormonal con estrógenos y progesterona es recomendable, siempre evaluando cada caso en particular; mientras que en mujeres que experimentan una menopausia temprana, que ocurre entre los 40 y 45 años, esta terapia también se considera como una opción preventiva. No obstante, a partir de los 45 años, se prescribe en menos casos y principalmente para combatir la sequedad vaginal, los síntomas que impactan de manera notable en la calidad de vida y para prevenir la osteoporosis en mujeres que presentan factores de riesgo. De todas formas, «las terapias actuales, que han dejado de utilizar hormonas sintéticas como en el pasado, y ahora se fundamentan en hormonas bioidénticas, presentan efectos secundarios mínimos y poco relevantes». «En ciertas situaciones, pueden aparecer retenciones de líquidos y malestares gastrointestinales. Si la terapia se ingiere vía oral, hay un mayor riesgo de trombosis. En lo que se refiere al cáncer de mama, no se observa un aumento considerable en el riesgo de desarrollarlo», aclara la doctora. Asimismo, muchas veces es factible reducir o eliminar los síntomas sin necesidad de estas terapias; en algunos casos, un simple cambio en los hábitos puede ser suficiente. Por ejemplo, durante esta fase crucial de la vida, el 90% de las mujeres experimentan lo que se denomina síndrome genitourinario debido a la disminución de estrógenos, el cual tiende a ser progresivo. Como resultado, pueden experimentar incontinencia urinaria, infecciones urinarias recurrentes, dolor durante el acto sexual, retraso en la excitación y el orgasmo, así como sequedad vaginal. Es fundamental que la pareja comprenda estos cambios. Además, existen soluciones como lubricantes, hidratantes, cremas con estrógenos e incluso tratamientos de medicina regenerativa para abordar estas cuestiones; sin embargo, muchas mujeres no están al tanto de estas alternativas y muchas veces los profesionales de la salud tampoco lo están. Es crucial contar con la asesoría de un especialista.
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