Una profesora británica ha recibido una indemnización de más de 140.000 libras (164.000 euros) tras ganar un juicio por acoso laboral vinculado a su baja médica. El tribunal laboral de Watford dictaminó que Annika Robinson, docente de diseño y tecnología en la Escuela Southgate de Enfield, al norte de Londres, fue víctima de comentarios ofensivos y trato degradante por parte de sus superiores mientras se recuperaba de una operación de espalda.. Robinson, que sufría dolores crónicos de espalda y migrañas, estuvo de baja entre octubre de 2020 y marzo de 2021. Durante ese tiempo, fue convocada a una reunión con seis miembros del personal, donde se le dijo que había “decepcionado a sus colegas y estudiantes” por ausentarse. El juez Adam Partington consideró que estos comentarios violaban su dignidad y creaban un ambiente laboral hostil.. La profesora calificó las palabras como “repugnantes” y “extremadamente irrespetuosas”, y alegó que sus jefes no la reconocieron como persona discapacitada, incumpliendo la Ley de Igualdad. El tribunal le dio la razón, señalando que el fideicomiso escolar no realizó los ajustes razonables ni mostró sensibilidad ante su situación médica.. Además del acoso, Robinson denunció discriminación por discapacidad y trato desfavorable. Aunque algunas reclamaciones fueron desestimadas, el tribunal recomendó que el Middlesex Learning Trust, responsable del centro, implemente formación en concienciación sobre discapacidad para su personal directivo.
Annika Robinson fue indemnizada tras demostrar que sufrió acoso y trato desfavorable por parte de sus superiores durante una baja por enfermedad
Una docente británica ha obtenido una compensación superior a 140.000 libras (164.000 euros) tras triunfar en un juicio relacionado con acoso laboral durante su periodo de baja médica. El tribunal laboral de Watford determinó que Annika Robinson, profesora de diseño y tecnología en la Escuela Southgate de Enfield, ubicada al norte de Londres, fue objeto de comentarios inapropiados y un trato humillante por parte de sus jefes durante su periodo de recuperación tras una cirugía de espalda. Robinson, quien padecía dolores crónicos de espalda y migrañas, estuvo ausente del trabajo desde octubre de 2020 hasta marzo de 2021. En ese periodo, fue llamada a una reunión con seis integrantes del personal, donde le comunicaron que había «decepcionado a sus compañeros y alumnos» por no presentarse. El juez Adam Partington opinó que dichos comentarios menoscababan su dignidad y contribuían a un entorno laboral hostil. La docente describió las declaraciones como «ofensivas» y «muy faltas de respeto», y argumentó que sus superiores no la consideraron como una persona con discapacidad, vulnerando la Ley de Igualdad. El tribunal falló a su favor, destacando que el fideicomiso escolar no hizo los ajustes necesarios ni mostró comprensión hacia su condición médica. Además del acoso, Robinson también acusó discriminación por motivos de discapacidad y un trato discriminatorio. A pesar de que se desestimaron ciertas reclamaciones, el tribunal sugirió que el Middlesex Learning Trust, encargado del centro, lleve a cabo una formación sobre la concienciación acerca de la discapacidad para su equipo directivo.
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