Una casa bien decorada es más importante de lo que la gente cree. Es reflejo de quienes habitan en ella, de lo que les gusta y resulta primordial para la comodidad de quienes residen allí. Una casa decorada al gusto es un hogar a gusto.. Sin embargo, decorar una casa no es fácil. Algo que quedaba bien en nuestra cabeza no tiene porque verse de la misma manera en la vida real. Que un mueble nos encante no significa que nos vaya a parecer que quede bien con el resto de la decoración.. Esto es algo que le pasa a mucha gente a la hora de empezar a amueblar su hogar. Normalmente, nos lanzamos a escoger piezas que nos gusten sin tener en cuenta los patrones o estilo que queremos darle a nuestra habitación. Como resultado, acabamos con una escenografía lejos de lo que en verdad teníamos pensado.. ¿Por qué a menudo no nos gusta el resultado final?. Varios expertos afirman que normalmente esto tiene que ver con las combinaciones de tonos y estilos. Es importante recordar que la decoración de una habitación la componen todos los elementos en dicho espacio. En otras palabras, los muebles y objetos deben compenetrarse entre sí.. Esta última idea no significa que toda una habitación deba seguir toda una tonalidad, sino más bien todo lo contrario. El ojo humano a menudo se siente atraído por cosas llamativas dentro de un orden establecido. A la hora de decantarnos por una decoración, el proceso es exactamente el mismo.. La importancia de salirse de la monotonía. A menudo pensamos que para que algo quede bien lo más seguro es ceñirnos a una sola gama de tonalidades, evitando los colores fuertes o llamativos. No obstante, esto es lo peor que puedes hacer a la hora de decorar tu casa. Imaginate un salón con paredes y sofás en tonos tierra y beige sin ninguna pizca de color. El espacio se vuelve monótono.. Ahora añadele un sofá azul. Un simple azul suave, no tiene porque ser muy fuerte ni llamativo. Automáticamente el espacio cambia.. La incorporación de un color en un espacio monótono provoca tensión visual. Esto capta y dirige la atención del espectador, creando interés, movimiento y jerarquía visual.. Cómo generar tensión visual. Generar un contraste es mucho más fácil de lo que la gente piensa. No hace falta incorporar mucho color o un objeto muy grande. En estos menos es más. Basta con incorporar pequeños objetos en tonalidades contrarias a las que predominan en el espacio. Por ejemplo, si mi salón tiene una tonalidad cálida en tonos tierra lo ideal sería escoger un color frío como el azul como tensor visual.. Si no eres muy fan de los colores, el blanco y el negro a menudo funcionan muy bien como contraste.. No es necesario cambiar todo tu mobiliario. A veces la clave está en las cosas pequeñas. Cambiar un libro, alguna pieza de arte, alguna lámpara o incluso añadir plantas pueden transformar un espacio monótono en un salón digno de revista.
Cómo convertir tu salón en un espacio digno de revista con tan solo un retoque
Una casa bien decorada es más importante de lo que la gente cree. Es reflejo de quienes habitan en ella, de lo que les gusta y resulta primordial para la comodidad de quienes residen allí. Una casa decorada al gusto es un hogar a gusto.. Sin embargo, decorar una casa no es fácil. Algo que quedaba bien en nuestra cabeza no tiene porque verse de la misma manera en la vida real. Que un mueble nos encante no significa que nos vaya a parecer que quede bien con el resto de la decoración.. Esto es algo que le pasa a mucha gente a la hora de empezar a amueblar su hogar. Normalmente, nos lanzamos a escoger piezas que nos gusten sin tener en cuenta los patrones o estilo que queremos darle a nuestra habitación. Como resultado, acabamos con una escenografía lejos de lo que en verdad teníamos pensado.. ¿Por qué a menudo no nos gusta el resultado final?. Varios expertos afirman que normalmente esto tiene que ver con las combinaciones de tonos y estilos. Es importante recordar que la decoración de una habitación la componen todos los elementos en dicho espacio. En otras palabras, los muebles y objetos deben compenetrarse entre sí.. Esta última idea no significa que toda una habitación deba seguir toda una tonalidad, sino más bien todo lo contrario. El ojo humano a menudo se siente atraído por cosas llamativas dentro de un orden establecido. A la hora de decantarnos por una decoración, el proceso es exactamente el mismo.. La importancia de salirse de la monotonía. A menudo pensamos que para que algo quede bien lo más seguro es ceñirnos a una sola gama de tonalidades, evitando los colores fuertes o llamativos. No obstante, esto es lo peor que puedes hacer a la hora de decorar tu casa. Imaginate un salón con paredes y sofás en tonos tierra y beige sin ninguna pizca de color. El espacio se vuelve monótono.. Ahora añadele un sofá azul. Un simple azul suave, no tiene porque ser muy fuerte ni llamativo. Automáticamente el espacio cambia.. La incorporación de un color en un espacio monótono provoca tensión visual. Esto capta y dirige la atención del espectador, creando interés, movimiento y jerarquía visual.. Cómo generar tensión visual. Generar un contraste es mucho más fácil de lo que la gente piensa. No hace falta incorporar mucho color o un objeto muy grande. En estos menos es más. Basta con incorporar pequeños objetos en tonalidades contrarias a las que predominan en el espacio. Por ejemplo, si mi salón tiene una tonalidad cálida en tonos tierra lo ideal sería escoger un color frío como el azul como tensor visual.. Si no eres muy fan de los colores, el blanco y el negro a menudo funcionan muy bien como contraste.. No es necesario cambiar todo tu mobiliario. A veces la clave está en las cosas pequeñas. Cambiar un libro, alguna pieza de arte, alguna lámpara o incluso añadir plantas pueden transformar un espacio monótono en un salón digno de revista.
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