Los programas de testimonios sufren una debilidad: las historias de los invitados no suelen contar con continuidad. Cuando empiezas a empatizar con los protagonistas, la emisión del día se acaba y no los volverás a ver jamás. La fidelidad del espacio depende por completo del carisma del presentador.. El diario de Jorge Javier Vázquez está intentando dar la vuelta a esta flaqueza del formato que impulsó Oprah Winfrey en Estados Unidos. Lo hace recuperando las pruebas de ADN como reclamo de tarde. Se plantea la aspiración familiar y el espectador necesita volver al programa para descubrir la resolución del asunto y, de paso, ver cómo reaccionarán los interesados. El morbo no ha cambiado tanto como creemos…. Hace unos días, un joven de 25 años, José Luis, acudió para este menester a Telecinco. Quería conocer quién era su padre. Desde entonces, el interés de la audiencia por El diario de Jorge ha ido creciendo. Porque la búsqueda del progenitor ha provocando subtramas dignas de culebrón de tarde. Y sin necesidad de invertir en decorados de la época de La Promesa. Y sin pagar a actores.. Cada día, una prueba de ADN con resolución negativa. Hasta tres le han hecho. José Luis, no es hijo de José Domingo. José Luis, no es hijo de Rafael. José Luis, no es hijo de Pepe. Y, entre tanto, han ido apareciendo nuevos personajes secundarios. Incluso la tía de José Luis irrumpió dispuesta a ser la mala de la película. No dudó en azuzar cizaña, con todos los sexismos naturalizados que todavía siguen señalando a las mujeres según sus relaciones.. Lo que calentó más llamadas. Así también apareció una hermana «desaparecida» de ambas, de la tía y la madre de José Luis. Se ha cambiado el nombre con el que la conocieron de niñas. Y el programa, claro, ya parecía estar preparando el encuentro en el plató entre las tres. El problema es que la hermana que no veían desde los cinco años, probablemente contagiada por el ambiente hostil hacia la mamá de José Luis, también arremetió contra ella sorpresivamente. “Me hizo la vida imposible”. Cuando solo eran unas crías.. La búsqueda del padre se terminó convirtiendo en un juicio público a una mujer. El juego de roles de siempre en la televisión de hoy. El machismo que pone siempre en tela de juicio a ellas y su libertad sexual.. Y el día que el público esperaba el encuentro de toda la familia con la hermana «secreta», entró a solas José Luis por la puerta del estudio: “De una cosa más sencilla, hemos pasado a unas más graves». El hijo ha decidido parar a tiempo la historia ante la exposición perversa a la que estaba sometiendo a su madre. Algunos verán esta historia como una telenovela de sobremesa, pero sobre todo ha sido un retrato de las partes más vulnerables de la sociedad que la televisión debe cuidar y no exprimir a la ligera. O todo se irá de las manos. Creando entretenimiento que utiliza y deja víctimas.. Podían haber convencido a todos para crear un reencuentro final que hiciera saltar las chispas en directo, pero El Diario de Jorge y José Luis han cerrado la trama intentando un desenlace emocionalmente bonito. El hijo que iba a buscar el nombre de su padre se ha terminado encontrando con su chica en el plató y, mirándola a los ojos, ha reinvidicado que “será el mejor padre”. Ese que él nunca tuvo.
La trama familiar que ha aupado la audiencia de ‘El diario de Jorge’
20MINUTOS.ES – Televisión
Los programas de testimonios sufren una debilidad: las historias de los invitados no suelen contar con continuidad. Cuando empiezas a empatizar con los protagonistas, la emisión del día se acaba y no los volverás a ver jamás. La fidelidad del espacio depende por completo del carisma del presentador.. El diario de Jorge Javier Vázquez está intentando dar la vuelta a esta flaqueza del formato que impulsó Oprah Winfrey en Estados Unidos. Lo hace recuperando las pruebas de ADN como reclamo de tarde. Se plantea la aspiración familiar y el espectador necesita volver al programa para descubrir la resolución del asunto y, de paso, ver cómo reaccionarán los interesados. El morbo no ha cambiado tanto como creemos…. Hace unos días, un joven de 25 años, José Luis, acudió para este menester a Telecinco.Quería conocer quién era su padre. Desde entonces, el interés de la audiencia por El diario de Jorge ha ido creciendo. Porque la búsqueda del progenitor ha provocando subtramas dignas de culebrón de tarde. Y sin necesidad de invertir en decorados de la época de La Promesa. Y sin pagar a actores.. Cada día, una prueba de ADN con resolución negativa. Hasta tres le han hecho.José Luis, no es hijo de José Domingo. José Luis, no es hijo de Rafael. José Luis, no es hijo de Pepe. Y, entre tanto, han ido apareciendo nuevos personajes secundarios. Incluso la tía de José Luis irrumpió dispuesta a ser la mala de la película. No dudó en azuzar cizaña, con todos los sexismos naturalizados que todavía siguen señalando a las mujeres según sus relaciones.. Lo que calentó más llamadas. Así también apareció una hermana «desaparecida» de ambas, de la tía y la madre de José Luis. Se ha cambiado el nombre con la que la conocieron de niñas. El programa ya parecía estar preparando el encuentro en el plató entre las tres. El problema es que la hermana que no veían desde los cinco años, probablemente contagiada por el ambiente hostil hacia la mamá de José Luis, también arremetió contra ella sorpresivamente. “Me hizo la vida imposible”. Cuando solo eran unas crías.. La búsqueda del padre se terminó convirtiendo en un juicio público a una mujer. El juego de roles de siempre en la televisión de hoy. El machismo que pone siempre en tela de juicio a ellas y su libertad sexual.. Y el día que el público esperaba el encuentro de toda la familia con la hermana desaparecida, entró a solas José Luis por la puerta del estudio:“De una cosa más sencilla, hemos pasado a unas más graves». El hijo ha decidido parar a tiempo la historia ante la exposición perversa a la que estaba sometiendo a su madre. Algunos verán esta historia como una telenovela de sobremesa, pero sobre todo ha sido un retrato de las partes más vulnerables de la sociedad que la televisión debe cuidar y no exprimir a la ligera. O todo se irá de las manos. Creando entretenimiento que utiliza y deja víctimas.. Podían haber convencido a todos para crear un reencuentro final que hiciera saltar las chispas en directo, pero El Diario de Jorge y José Luis han cerrado la trama intentando buscar un desenlace emocionalmente bonito. El hijo que iba a buscar el nombre de su padre se ha terminado encontrando con su chica en el plató y, mirándola a los ojos, ha reinvidicado que “será el mejor padre”. Ese que él nunca tuvo.