El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, ha vuelto a reclamar la necesidad de «disminuir el nivel freático del acuífero del campo de Cartagena porque es como una gran cisterna».
«La cisterna está llena y, por tanto, el agua que cae como consecuencia de estas lluvias torrenciales lo que hacen es desbordarlo absolutamente todo en vez de poderlo contener, en el caso de que el acuífero tuviera unos niveles más bajos» de los que tiene actualmente, ha señalado.
Al hilo, ha pedido que se resuelva la situación del acuífero del campo de Cartagena: «Me gustaría pensar que, desde quien tiene la responsabilidad del acuífero del campo de Cartagena, que no es la Administración regional, se está abordando la necesidad ya de descargar este acuífero y que, por tanto, no sea el primer elemento perturbador de las condiciones del Mar Menor; me gustaría pensar que, más bien antes que después, hay algún plan».
Vázquez ha hecho estas declaraciones momentos antes de la reunión del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, un «órgano independiente», donde se aborda la situación actual de la laguna salada y se estudiará algunos parámetros, como la salinidad, los índices de clorofila o la estratificación. Sobre este último aspecto, ha comentado que «los datos que nos han trasladado hasta el momento es que a pesar del volumen de agua que se ha producido no hay una estratificación entre capas».
En dicha reunión, que se prolonga durante esta mañana, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Imida y la Universidad de Murcia, así como las administraciones estatal, regional y local y sus técnicos e investigadores de distintas universidades que conforman dicho Comité Asesor, evalúan y pone en común los datos y sistemas de monitorización que se han activado a lo largo de estos días como consecuencia de las lluvias torrenciales que ha dejado la dana ‘Alice’.
Una de las principales preocupaciones en estos momentos, según le ha trasladado el Comité al consejero, es que «más allá de la propia estratificación que se pudiera producir entre el agua dulce y el agua hipersalina del Mar Menor, en estos momentos no parece que se haya producido».
Se han registrado, hasta el momento, más de 15 hm3 que han entrado en la laguna y ello repercutirá en la salinidad, ha reconocido el consejero, que ha advertido que se han dado «picos de entrada» en el Mar Menor procedente de las ramblas que han superado los 100.000 litros por segundo.
Un volumen, a su juicio, «enorme», aunque ha puntualizado que en estos momentos ya solo está activa la rambla del Albujón, que está por debajo de los 1.000 litros por segundo. Un clásico, dice, ya que «tuvo picos de hasta 48.000 litros por segundo».
Y es que, ha resaltado, solo desde esta rambla estos días entró «un 63% de todo el caudal que entró en el año 2024, teniendo en cuenta que es una rambla activa porque permanentemente está entrando al Mar Menor como consecuencia, principalmente, del nivel freático».
El cálculo de esta primera estimación es que la entrada en el Mar Menor será de unos 16,6 hm3 de agua dulce, «lo que representa una quinta parte de la cantidad de agua que entró por la dana del año 2019».
Basándose en las imágenes por satélite del Mar Menor que obtuvieron este martes por primera vez, la comparativa de la dana ‘Alice’ con la de 2019 muestran que no hay «arrastres tan importantes».
Ello pone de manifiesto, según Vázquez, que «todas las medidas que la ley del Mar Menor ha introducido para evitar estos arrastres han tenido que ver también con la diferencia entre las imágenes», aunque ha reconocido que en la dana de 2019, «los volúmenes de las precipitaciones también fueron más importantes».
Desde la Consejería también prestaron especial atención a la balsa minera de El Lirio, «que ha sido restaurada con una superficie de más de 9 hectáreas, es decir, nueve campos de fútbol que estaban expuestos a la lluvia y a las precipitaciones y que la restauración ha respondido bien, más allá de algunas erosiones en los caminos periféricos».
También ha hecho referencia a la retirada de biomasa de las orillas de las playas, sobre todo de la zona de los Nietos, los Urrutias, Mar de Cristal o Los Alcázares, «donde ya están trabajando para la recogida de esta biomasa, que se estima en un volumen de aproximadamente unas 4.000 toneladas».
Se han desplegado, ha dicho, casi medio millar de efectivos y un centenar de vehículos para realizar labores de rescate, achiques de agua en sótanos inundados y también baldeos.
El consejero ha llamado la atención sobre el fenómeno de las danas, ya que «no solo nos afectan a nosotros, sino a toda la costa mediterránea, a las islas», por lo que ha abogado por «estar cada vez más preparados para hacerle frente a unas situaciones que son cada vez más frecuentes y más violentas».
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El consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, ha vuelto a reclamar la necesidad de «disminuir el nivel freático del acuífero del campo de Cartagena porque es como una gran cisterna».. «La cisterna está llena y, por tanto, el agua que cae como consecuencia de estas lluvias torrenciales lo que hacen es desbordarlo absolutamente todo en vez de poderlo contener, en el caso de que el acuífero tuviera unos niveles más bajos» de los que tiene actualmente, ha señalado.. Al hilo, ha pedido que se resuelva la situación del acuífero del campo de Cartagena: «Me gustaría pensar que, desde quien tiene la responsabilidad del acuífero del campo de Cartagena, que no es la Administración regional, se está abordando la necesidad ya de descargar este acuífero y que, por tanto, no sea el primer elemento perturbador de las condiciones del Mar Menor; me gustaría pensar que, más bien antes que después, hay algún plan».. Vázquez ha hecho estas declaraciones momentos antes de la reunión del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, un «órgano independiente», donde se aborda la situación actual de la laguna salada y se estudiará algunos parámetros, como la salinidad, los índices de clorofila o la estratificación. Sobre este último aspecto, ha comentado que «los datos que nos han trasladado hasta el momento es que a pesar del volumen de agua que se ha producido no hay una estratificación entre capas».. En dicha reunión, que se prolonga durante esta mañana, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Imida y la Universidad de Murcia, así como las administraciones estatal, regional y local y sus técnicos e investigadores de distintas universidades que conforman dicho Comité Asesor, evalúan y pone en común los datos y sistemas de monitorización que se han activado a lo largo de estos días como consecuencia de las lluvias torrenciales que ha dejado la dana ‘Alice’.. Una de las principales preocupaciones en estos momentos, según le ha trasladado el Comité al consejero, es que «más allá de la propia estratificación que se pudiera producir entre el agua dulce y el agua hipersalina del Mar Menor, en estos momentos no parece que se haya producido».. Se han registrado, hasta el momento, más de 15 hm3 que han entrado en la laguna y ello repercutirá en la salinidad, ha reconocido el consejero, que ha advertido que se han dado «picos de entrada» en el Mar Menor procedente de las ramblas que han superado los 100.000 litros por segundo.. Un volumen, a su juicio, «enorme», aunque ha puntualizado que en estos momentos ya solo está activa la rambla del Albujón, que está por debajo de los 1.000 litros por segundo. Un clásico, dice, ya que «tuvo picos de hasta 48.000 litros por segundo».. Y es que, ha resaltado, solo desde esta rambla estos días entró «un 63% de todo el caudal que entró en el año 2024, teniendo en cuenta que es una rambla activa porque permanentemente está entrando al Mar Menor como consecuencia, principalmente, del nivel freático».. El cálculo de esta primera estimación es que la entrada en el Mar Menor será de unos 16,6 hm3 de agua dulce, «lo que representa una quinta parte de la cantidad de agua que entró por la dana del año 2019».. Basándose en las imágenes por satélite del Mar Menor que obtuvieron este martes por primera vez, la comparativa de la dana ‘Alice’ con la de 2019 muestran que no hay «arrastres tan importantes».. Ello pone de manifiesto, según Vázquez, que «todas las medidas que la ley del Mar Menor ha introducido para evitar estos arrastres han tenido que ver también con la diferencia entre las imágenes», aunque ha reconocido que en la dana de 2019, «los volúmenes de las precipitaciones también fueron más importantes».. Desde la Consejería también prestaron especial atención a la balsa minera de El Lirio, «que ha sido restaurada con una superficie de más de 9 hectáreas, es decir, nueve campos de fútbol que estaban expuestos a la lluvia y a las precipitaciones y que la restauración ha respondido bien, más allá de algunas erosiones en los caminos periféricos».. También ha hecho referencia a la retirada de biomasa de las orillas de las playas, sobre todo de la zona de los Nietos, los Urrutias, Mar de Cristal o Los Alcázares, «donde ya están trabajando para la recogida de esta biomasa, que se estima en un volumen de aproximadamente unas 4.000 toneladas».. Se han desplegado, ha dicho, casi medio millar de efectivos y un centenar de vehículos para realizar labores de rescate, achiques de agua en sótanos inundados y también baldeos.. El consejero ha llamado la atención sobre el fenómeno de las danas, ya que «no solo nos afectan a nosotros, sino a toda la costa mediterránea, a las islas», por lo que ha abogado por «estar cada vez más preparados para hacerle frente a unas situaciones que son cada vez más frecuentes y más violentas».
Han entrado al Mar Menor unos 16,6 hm3 de agua dulce, «lo que representa una quinta parte de la cantidad de agua que entró en la dana de 2019»