La noche del jueves se convirtió en una pesadilla para los vecinos de Lo Pagán, localidad costera de San Pedro del Pinatar (Murcia), cuando un hombre protagonizó un violento ataque contra la vivienda de su expareja. El motivo, según testigos, fue una disputa por la custodia de su hijo menor, que derivó en una situación extrema cargada de tensión y miedo.
El agresor, un hombre español cuya identidad no ha sido revelada, se acercó al domicilio de su expareja tras una acalorada discusión en la que esta se negó a entregarle al menor. Fuera de sí, descendió de su vehículo y, sin mediar palabras, extrajo una escopeta que portaba consigo. En cuestión de segundos, comenzó a disparar contra la fachada del inmueble, generando una ola de pánico entre los vecinos que presenciaron la escena o escucharon los disparos desde sus casas.
La llamada de emergencia de varios residentes alertó a la Guardia Civil, que acudió rápidamente al lugar de los hechos. A pesar de la presencia policial, el individuo se mostró reticente, desafiante y aparentemente ajeno a la gravedad de sus acciones. El operativo culminó con la intervención de los agentes, quienes lograron neutralizar la amenaza y decomisar el arma utilizada en el ataque.
En un giro inesperado, la mujer afectada decidió no presentar una denuncia contra su agresor. No obstante, el hecho de haber utilizado un arma de fuego en un contexto residencial abre la puerta a una investigación de oficio, en virtud del potencial peligro público que representó el acto.
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La noche del jueves se convirtió en una pesadilla para los vecinos de Lo Pagán, localidad costera de San Pedro del Pinatar (Murcia), cuando un hombre protagonizó un violento ataque contra la vivienda de su expareja. El motivo, según testigos, fue una disputa por la custodia de su hijo menor, que derivó en una situación extrema cargada de tensión y miedo.. El agresor, un hombre español cuya identidad no ha sido revelada, se acercó al domicilio de su expareja tras una acalorada discusión en la que esta se negó a entregarle al menor. Fuera de sí, descendió de su vehículo y, sin mediar palabras, extrajo una escopeta que portaba consigo. En cuestión de segundos, comenzó a disparar contra la fachada del inmueble, generando una ola de pánico entre los vecinos que presenciaron la escena o escucharon los disparos desde sus casas.. La llamada de emergencia de varios residentes alertó a la Guardia Civil, que acudió rápidamente al lugar de los hechos. A pesar de la presencia policial, el individuo se mostró reticente, desafiante y aparentemente ajeno a la gravedad de sus acciones. El operativo culminó con la intervención de los agentes, quienes lograron neutralizar la amenaza y decomisar el arma utilizada en el ataque.. En un giro inesperado, la mujer afectada decidió no presentar una denuncia contra su agresor. No obstante, el hecho de haber utilizado un arma de fuego en un contexto residencial abre la puerta a una investigación de oficio, en virtud del potencial peligro público que representó el acto.
El atacante desató el pánico en plena zona residencial, provocando la intervención urgente de la Guardia Civil
