En Aldaia están acostumbrados a que se inunde el pueblo. Dos o tres veces al año colocan barreras y cierran unas compuertas para que no pase demasiada agua por el barranco de la Saleta, que cruza el pueblo. El 29 de octubre, se prepararon para una dana normal, pero no llovió casi en todo el día y a última hora de la tarde de repente vino «un tsunami». El alcalde Guillermo Luján asegura que al día siguiente el pueblo «daba miedo» y pensó que estarían años para limpiarlo todo. Ahora está agradecido a los voluntarios que vinieron de toda España, «como el alcalde de Valladolid o el de Lepe, que me lo encontré barriendo», pero «ahora tenemos por delante una guerra que no se ve pero que es más dura».. Un mes y medio después la prioridad es recuperar la accesibilidad de más de un centenar de comunidades de vecinos con ascensores que no funcionan y limpiar garajes. Que retomen sus vidas y reabrir negocios es la prioridad: «El pueblo sin comercio es muy triste, el comercio integra, relaciona y da vida». El Ayuntamiento calcula 14 millones de daños en infraestructuras sin contar viviendas ni comercios, para las que el consorcio ha hecho público 16.038 reclamaciones en Aldaia, más de la mitad de los 31.864 vecinos del pueblo.. El Ayuntamiento tramita los 5,2 millones recibidos a través de Amancio Ortega y sabe que Juan Roig ha hecho llegar el dinero a comercios directamente como la barbería de Adonay Rivera: «En el funeral por la dana me crucé con Roig y le di la enhorabuena. Ha sido clave para muchos comercios. Estamos agradecidísimos».. Nada más ocurrió, Luján recuerda tener «un cabreo impresionante». Desde hace décadas todos los equipos de gobierno en Aldaia llevan reclamando un desvío del barranco de la Saleta por fuera del pueblo. Tras la pandemia, los fondos europeos dieron esperanza, pero el gobierno del Botànic bloqueó la obra al considerar que no conciliaba con la huerta de alrededor. «¿Qué van primero las lechugas o las personas?», recuerda Luján que dijo.. Con el cambio de Ejecutivo autonómico en 2023 había predisposición y la aprobación estaba a falta de un informe, incluso pensaban comenzar las obras en enero si todo iba bien, pero la dana ha venido. «Yo ya decía que un día lamentaríamos no haberlo hecho, pero hablaba de daños personales, no vidas humanas. No imaginaba esto», admite.. El Ayuntamiento asegura que no entendían por qué al principio no venía nadie a ayudarlos, hasta que vieron un documento inicial del Cecopi en el que Aldaia estaba marcada como un núcleo de baja afectación. «Gestionamos el caos con el caos», dice Luján, que reclama que en los peores momentos no tuvieron «la sensación de que gente con experiencia en catástrofes estaba ahí». Los cuatro alcaldes que ha tenido Aldaia desde 1983 firmaron el 11 de diciembre una carta abierta pidiendo que se inicie cuanto antes el desvío, que tardaría más de dos años en acabar la obra, pero Luján es cauto y teme que se olviden. «Mientras, viviremos con el miedo de ver cómo llueve el año que viene».. En Aldaia está el centro comercial Bonaire, que ha reabierto parcialmente. A Luján le acusaron de «estar ocultando muertos» allí tras los bulos sobre los cuerpos en el parking. «Yo contestaba: si hubiera mil muertos, ¿dónde están sus familiares? La gente quiere dramatizar y buscar el extremismo. A mí ningún vecino me dijo: «Mi familiar ha desaparecido y había ido a Bonaire».. Después Luján salió en televisión a contestar a la concejala del PP de su localidad, Paula García, que acababa de abandonar su partido y le acusó en un programa de no avisar de una alerta que había recibido, no cancelar los colegios y causar la muerte de una familia. Luján defendió que no se recibiera ninguna alerta del barranco de la Saleta y asegura que ha sido «oportunista» la concejala. «Estábamos todos en el pleno ese día a las siete de la tarde, si tan previsible era que lo hubiese dicho». Después, su figura tomó más relevancia tras la repercusión nacional de las críticas que los vecinos hicieron a su gestión en un pleno abierto, entre las que se incluían que no se habían «mojado el culo» ni «preocupado por los mayores con el agua al cuello».. El alcalde asegura que organizó el pleno abierto «con la convicción» de encontrarse con el cabreo del pueblo. «Hay que ser respetuoso y estar para lo bueno y para lo malo, aguantar las hostias y escuchar las críticas», asegura.. A pesar de todo, Luján dice «no sentirse culpable» porque está seguro «de haberlo dado todo», pero admite que «puede ser» que le pase factura. Aún así, admite que «el resultado no es suficiente» y eso le genera frustración. «Es mi pueblo, para mí Aldaia es como mi hijo, ¿cómo no voy a querer que esté bien?».
Vuelve a reclamar el desvío del barranco de la Saleta y denuncia que gestionaron «el caos con el caos»
En Aldaia están acostumbrados a que se inunde el pueblo. Dos o tres veces al año colocan barreras y cierran unas compuertas para que no pase demasiada agua por el barranco de la Saleta, que cruza el pueblo. El 29 de octubre, se prepararon para una dana normal, pero no llovió casi en todo el día y a última hora de la tarde de repente vino «un tsunami». El alcalde Guillermo Luján asegura que al día siguiente el pueblo «daba miedo» y pensó que estarían años para limpiarlo todo. Ahora está agradecido a los voluntarios que vinieron de toda España, «como el alcalde de Valladolid o el de Lepe, que me lo encontré barriendo», pero «ahora tenemos por delante una guerra que no se ve pero que es más dura».. Un mes y medio después la prioridad es recuperar la accesibilidad de más de un centenar de comunidades de vecinos con ascensores que no funcionan y limpiar garajes. Que retomen sus vidas y reabrir negocios es la prioridad: «El pueblo sin comercio es muy triste, el comercio integra, relaciona y da vida». El Ayuntamiento calcula 14 millones de daños en infraestructuras sin contar viviendas ni comercios, para las que el consorcio ha hecho público 16.038 reclamaciones en Aldaia, más de la mitad de los 31.864 vecinos del pueblo.. El Ayuntamiento tramita los 5,2 millones recibidos a través de Amancio Ortega y sabe que Juan Roig ha hecho llegar el dinero a comercios directamente como la barbería de Adonay Rivera: «En el funeral por la dana me crucé con Roig y le di la enhorabuena. Ha sido clave para muchos comercios. Estamos agradecidísimos».. Nada más ocurrió, Luján recuerda tener «un cabreo impresionante». Desde hace décadas todos los equipos de gobierno en Aldaia llevan reclamando un desvío del barranco de la Saleta por fuera del pueblo. Tras la pandemia, los fondos europeos dieron esperanza, pero el gobierno del Botànic bloqueó la obra al considerar que no conciliaba con la huerta de alrededor. «¿Qué van primero las lechugas o las personas?», recuerda Luján que dijo.. Con el cambio de Ejecutivo autonómico en 2023 había predisposición y la aprobación estaba a falta de un informe, incluso pensaban comenzar las obras en enero si todo iba bien, pero la dana ha venido. «Yo ya decía que un día lamentaríamos no haberlo hecho, pero hablaba de daños personales, no vidas humanas. No imaginaba esto», admite.. El Ayuntamiento asegura que no entendían por qué al principio no venía nadie a ayudarlos, hasta que vieron un documento inicial del Cecopi en el que Aldaia estaba marcada como un núcleo de baja afectación. «Gestionamos el caos con el caos», dice Luján, que reclama que en los peores momentos no tuvieron «la sensación de que gente con experiencia en catástrofes estaba ahí». Los cuatro alcaldes que ha tenido Aldaia desde 1983 firmaron el 11 de diciembre una carta abierta pidiendo que se inicie cuanto antes el desvío, que tardaría más de dos años en acabar la obra, pero Luján es cauto y teme que se olviden. «Mientras, viviremos con el miedo de ver cómo llueve el año que viene».. En Aldaia está el centro comercial Bonaire, que ha reabierto parcialmente. A Luján le acusaron de «estar ocultando muertos» allí tras los bulos sobre los cuerpos en el parking. «Yo contestaba: si hubiera mil muertos, ¿dónde están sus familiares? La gente quiere dramatizar y buscar el extremismo. A mí ningún vecino me dijo: «Mi familiar ha desaparecido y había ido a Bonaire».. Después Luján salió en televisión a contestar a la concejala del PP de su localidad, Paula García, que acababa de abandonar su partido y le acusó en un programa de no avisar de una alerta que había recibido, no cancelar los colegios y causar la muerte de una familia. Luján defendió que no se recibiera ninguna alerta del barranco de la Saleta y asegura que ha sido «oportunista» la concejala. «Estábamos todos en el pleno ese día a las siete de la tarde, si tan previsible era que lo hubiese dicho». Después, su figura tomó más relevancia tras la repercusión nacional de las críticas que los vecinos hicieron a su gestión en un pleno abierto, entre las que se incluían que no se habían «mojado el culo» ni «preocupado por los mayores con el agua al cuello».. El alcalde asegura que organizó el pleno abierto «con la convicción» de encontrarse con el cabreo del pueblo. «Hay que ser respetuoso y estar para lo bueno y para lo malo, aguantar las hostias y escuchar las críticas», asegura.. A pesar de todo, Luján dice «no sentirse culpable» porque está seguro «de haberlo dado todo», pero admite que «puede ser» que le pase factura. Aún así, admite que «el resultado no es suficiente» y eso le genera frustración. «Es mi pueblo, para mí Aldaia es como mi hijo, ¿cómo no voy a querer que esté bien?».
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