Ha pasado más de un mes desde que tomara la decisión más importante de su vida y Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, sabe que si no llega a cancelar la jornada escolar el 29 de octubre, «yo no estaría aquí» y lo que sería peor, «hubiesen muerto chavales de 14 y 15 años a porrillo». Ahora asegura que está «bien» y con una «sensación agridulce»: preocupado por un lado porque tienen todo por reconstruir pero orgulloso de la respuesta ciudadana y la unión del pueblo.. Su municipio fue el primero que recibió el impacto de la DANA y el desbordamiento del río Magro, que antes «tenía un metro de ancho y ahora medio kilómetro» e inundó una tercera parte del pueblo, muestra señalando con su dedo las zonas subrayadas en un mapa físico en su despacho.. Seis vecinos murieron, todos en la zona de la Alameda y la DANA arrasó con carreteras, puentes, caminos agrícolas y lo más grave: más de trescientas viviendas y el instituto. «Utiel ha sido el pueblo más dañado de esta primera zona hasta Chiva», recuerda, y asegura que ahora se ha cerrado la fase de emergencia pero «queda lo más difícil: reconstruir».. Lo más preocupante son las familias que no pueden volver a su hogar: los técnicos les han dicho que todavía debe secar el hormigón para reconstruirlas e igual con el instituto Alameda, que tardará más de un año en volver a abrir. Mientras, los alumnos se han dividido en otros centros.. El alcalde asegura que ha vivido «situaciones muy tristes» y le afecta y preocupa que los vecinos todavía no hayan recibido las ayudas: «Quiero que lleguen ya porque les aliviaría el sufrimiento, hay gente que lo ha perdido todo».. Gabaldón asegura que a nivel municipal no han recibido ayudas pero que tienen que «empezar ya» la reconstrucción: «Antes teníamos grandes proyectos para Utiel, ahora el objetivo es dejarlo como estaba antes, que ya es». El alcalde calcula que para ello se necesitan unos 30 millones de euros para reconstruir, pero cuentan con un presupuesto anual de 12. Aún así, dice que van a ir trabajando con sus fondos propios porque «hay calles que necesitan pavimentación y rehacer el muro del río» y sabe que no puede esperar: «El día 29 fuimos nosotros solos y ahora tenemos que ser nosotros, si esperamos estaremos perdidos».. El regidor del PP recibió el pasado 29 de noviembre la visita del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. Juntos fueron por las zonas agrícolas afectadas donde solo en caminos hay daños de 8 millones de euros y donde ya se trabaja, dando prioridad a los cultivos que se recogen ahora como los olivos. Uno de los sectores que sustentan la economía local son los viñedos: la campaña de este año se salvó al estar ya recolectada pero muchos agricultores han perdido hasta las cepas de los árboles y han sufrido «un daño incalculable». A Mazón le comentó cómo estaba el pueblo y le pidió ayudas públicas.. El alcalde lamenta que las administraciones a nivel nacional y autonómico montaran «un guirigay» los días posteriores a la DANA echándose las culpas unos a otros, mostrando «una preocupación únicamente por quitarse responsabilidades». Gabaldón asegura que «no era el momento» y, aunque sabe que se deberá saber «quién actuó mejor o peor» y depurar responsabilidades, cree que todavía «los ciudadanos piden respuestas» y esta debe venir «de más a menos, quien más recursos tiene más debe ofrecer», en referencia al Estado.. Lo que más critica el alcalde es la falta de claridad para actuar y de avisos. Utiel estaba en alerta naranja cuando decidió suspender las clases la mañana del 29 de octubre ante las fuertes lluvias, pero Gabaldón dice que aunque fuera roja no se sabe qué significa ni hay un protocolo claro: «Tal vez debería haber una alerta negra que indique peligro de muerte», reflexiona, pero aún así pide ser específicos: «Si va a llover, saber cuánto y qué implica», si hay peligro de desbordamiento del río o más grave con muertes en qué zonas para «saber y poder alertar a los vecinos». «Los alcaldes estamos vendidos», lamenta Gabaldón. Este recuerda que son «el escudo y pañuelo de muchos vecinos que no pueden ir a quejarse y llorar a Sánchez o Mazón». Considera que a nivel municipal la cooperación ha ido «bien» con la oposición del PSPV-PSOE y cree que no ha habido «grandes diferencias» en la gestión de la crisis quitando pequeñas cosas.. Gabaldón afirma que lo peor ha sido «ver el sufrimiento y no poder hacer más», que le ha generado una «sensación de impotencia». Ahora, lo mejor que saca de esta crisis es esa «unión que no se había visto nunca entre el ayuntamiento y la ciudadanía, que han ido de la mano». Dice que son ellos quienes deben seguir trabajando juntos porque «por desgracia la gente se olvidará igual que con La Palma» pero desde el consistorio trabajarán «para que lleguen las ayudas y piensen en Utiel».
El regidor de Utiel asegura que aún no han recibido ayudas municipales y que la reconstrucción «la haremos nosotros porque si esperamos estaremos perdidos»
Ha pasado más de un mes desde que tomara la decisión más importante de su vida y Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, sabe que si no llega a cancelar la jornada escolar el 29 de octubre, «yo no estaría aquí» y lo que sería peor, «hubiesen muerto chavales de 14 y 15 años a porrillo». Ahora asegura que está «bien» y con una «sensación agridulce»: preocupado por un lado porque tienen todo por reconstruir pero orgulloso de la respuesta ciudadana y la unión del pueblo.. Su municipio fue el primero que recibió el impacto de la DANA y el desbordamiento del río Magro, que antes «tenía un metro de ancho y ahora medio kilómetro» e inundó una tercera parte del pueblo, muestra señalando con su dedo las zonas subrayadas en un mapa físico en su despacho.. Seis vecinos murieron, todos en la zona de la Alameda y la DANA arrasó con carreteras, puentes, caminos agrícolas y lo más grave: más de trescientas viviendas y el instituto. «Utiel ha sido el pueblo más dañado de esta primera zona hasta Chiva», recuerda, y asegura que ahora se ha cerrado la fase de emergencia pero «queda lo más difícil: reconstruir».. Lo más preocupante son las familias que no pueden volver a su hogar: los técnicos les han dicho que todavía debe secar el hormigón para reconstruirlas e igual con el instituto Alameda, que tardará más de un año en volver a abrir. Mientras, los alumnos se han dividido en otros centros.. El alcalde asegura que ha vivido «situaciones muy tristes» y le afecta y preocupa que los vecinos todavía no hayan recibido las ayudas: «Quiero que lleguen ya porque les aliviaría el sufrimiento, hay gente que lo ha perdido todo».. Gabaldón asegura que a nivel municipal no han recibido ayudas pero que tienen que «empezar ya» la reconstrucción: «Antes teníamos grandes proyectos para Utiel, ahora el objetivo es dejarlo como estaba antes, que ya es». El alcalde calcula que para ello se necesitan unos 30 millones de euros para reconstruir, pero cuentan con un presupuesto anual de 12. Aún así, dice que van a ir trabajando con sus fondos propios porque «hay calles que necesitan pavimentación y rehacer el muro del río» y sabe que no puede esperar: «El día 29 fuimos nosotros solos y ahora tenemos que ser nosotros, si esperamos estaremos perdidos».. El regidor del PP recibió el pasado 29 de noviembre la visita del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. Juntos fueron por las zonas agrícolas afectadas donde solo en caminos hay daños de 8 millones de euros y donde ya se trabaja, dando prioridad a los cultivos que se recogen ahora como los olivos. Uno de los sectores que sustentan la economía local son los viñedos: la campaña de este año se salvó al estar ya recolectada pero muchos agricultores han perdido hasta las cepas de los árboles y han sufrido «un daño incalculable». A Mazón le comentó cómo estaba el pueblo y le pidió ayudas públicas.. El alcalde lamenta que las administraciones a nivel nacional y autonómico montaran «un guirigay» los días posteriores a la DANA echándose las culpas unos a otros, mostrando «una preocupación únicamente por quitarse responsabilidades». Gabaldón asegura que «no era el momento» y, aunque sabe que se deberá saber «quién actuó mejor o peor» y depurar responsabilidades, cree que todavía «los ciudadanos piden respuestas» y esta debe venir «de más a menos, quien más recursos tiene más debe ofrecer», en referencia al Estado.. Lo que más critica el alcalde es la falta de claridad para actuar y de avisos. Utiel estaba en alerta naranja cuando decidió suspender las clases la mañana del 29 de octubre ante las fuertes lluvias, pero Gabaldón dice que aunque fuera roja no se sabe qué significa ni hay un protocolo claro: «Tal vez debería haber una alerta negra que indique peligro de muerte», reflexiona, pero aún así pide ser específicos: «Si va a llover, saber cuánto y qué implica», si hay peligro de desbordamiento del río o más grave con muertes en qué zonas para «saber y poder alertar a los vecinos». «Los alcaldes estamos vendidos», lamenta Gabaldón. Este recuerda que son «el escudo y pañuelo de muchos vecinos que no pueden ir a quejarse y llorar a Sánchez o Mazón». Considera que a nivel municipal la cooperación ha ido «bien» con la oposición del PSPV-PSOE y cree que no ha habido «grandes diferencias» en la gestión de la crisis quitando pequeñas cosas.. Gabaldón afirma que lo peor ha sido «ver el sufrimiento y no poder hacer más», que le ha generado una «sensación de impotencia». Ahora, lo mejor que saca de esta crisis es esa «unión que no se había visto nunca entre el ayuntamiento y la ciudadanía, que han ido de la mano». Dice que son ellos quienes deben seguir trabajando juntos porque «por desgracia la gente se olvidará igual que con La Palma» pero desde el consistorio trabajarán «para que lleguen las ayudas y piensen en Utiel».
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