Barcelona, con su puerto estratégico, su vida cultural, su rica arquitectura y su amplia historia, siempre ha sido un punto de encuentro para viajeros, artistas y pensadores de todas las épocas. Ya desde el medievo, la ciudad se destacó como un centro de efervescencia cultural, donde se cruzaron caminos y se escribieron capítulos esenciales de la historia.. De este modo, siempre ha acogido a grandes figuras a lo largo del tiempo. Uno de ellos fue Miguel de Cervantes, autor de «Don Quijote de la Mancha», una de las mayores obras de la literatura universal. Aunque su estancia en Barcelona fue breve, la ciudad cuenta con el recuerdo de que uno de los mejores novelistas de todos los tiempos pasó por ella.. La Casa de Cervantes: un edificio por donde todos los barceloneses han pasado. En el número 2 del Paseo de Colón, se encuentra la Casa de Miguel de Cervantes, un edificio que data del siglo XVI y que forma parte del legado histórico de Barcelona. Este inmueble renacentista, con una ubicación privilegiada cerca del puerto, fue el hogar temporal de Cervantes durante su paso por la ciudad.. Se cree que Cervantes llegó a Barcelona en 1580, después de su liberación en Sevilla, y que durante su estancia comenzó a trabajar en su obra más célebre, «Don Quijote». Este edificio no solo es un reflejo del esplendor arquitectónico del Renacimiento español, sino también un lugar cargado de historia literaria.. Hoy, la Casa de Cervantes ha sido convertida en un museo dedicado a la vida y obra del autor. En su interior, los visitantes pueden recorrer habitaciones decoradas al estilo de la época, con muebles antiguos y elementos que evocan el siglo XVI. Además, se exhiben objetos relacionados con Cervantes, como ediciones antiguas de sus obras y retratos históricos.
El escritor llegó a la capital catalana en 1580, después de su liberación en Sevilla, y se cree que durante su estancia comenzó a trabajar en su célebre Don Quijote
Barcelona, con su puerto estratégico, su vida cultural, su rica arquitectura y su amplia historia, siempre ha sido un punto de encuentro para viajeros, artistas y pensadores de todas las épocas. Ya desde el medievo, la ciudad se destacó como un centro de efervescencia cultural, donde se cruzaron caminos y se escribieron capítulos esenciales de la historia.. De este modo, siempre ha acogido a grandes figuras a lo largo del tiempo. Uno de ellos fue Miguel de Cervantes, autor de «Don Quijote de la Mancha», una de las mayores obras de la literatura universal. Aunque su estancia en Barcelona fue breve, la ciudad cuenta con el recuerdo de que uno de los mejores novelistas de todos los tiempos pasó por ella.. La Casa de Cervantes: un edificio por donde todos los barceloneses han pasado. En el número 2 del Paseo de Colón, se encuentra la Casa de Miguel de Cervantes, un edificio que data del siglo XVI y que forma parte del legado histórico de Barcelona. Este inmueble renacentista, con una ubicación privilegiada cerca del puerto, fue el hogar temporal de Cervantes durante su paso por la ciudad.. Se cree que Cervantes llegó a Barcelona en 1580, después de su liberación en Sevilla, y que durante su estancia comenzó a trabajar en su obra más célebre, «Don Quijote». Este edificio no solo es un reflejo del esplendor arquitectónico del Renacimiento español, sino también un lugar cargado de historia literaria.. Hoy, la Casa de Cervantes ha sido convertida en un museo dedicado a la vida y obra del autor. En su interior, los visitantes pueden recorrer habitaciones decoradas al estilo de la época, con muebles antiguos y elementos que evocan el siglo XVI. Además, se exhiben objetos relacionados con Cervantes, como ediciones antiguas de sus obras y retratos históricos.
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